martes, 30 de julio de 2013

CAMINANTE NO HAY CAMINO.. SE HACE CAMINO AL ANDAR

Parafraseando a un personaje muy popular: "Me llena de orgullo y satisfacción" la decisión tomada por mi primogénito de hacer el camino de Santiago.
Tras un año muy difícil en lo personal lleno de obstáculos y sobresaltos, que mejor relajo que disfrutar de tu soledad y de los bellos parajes de nuestra tierra.



Dadas sus creencias o mejor la escasez de ellas, desde el punto de vista de la ortodoxia católica que no de la ética, su peregrinación en laica, pero única, como todas, en el sentido del crecimiento personal.
Gracias a su juventud sus ansías de libertad son infinitas y por ello que mejor que disfrutar de los horizontes abiertos lejos de espacios urbanos, cerrados y asfixiantes, que mejor manera de conocerse uno mismo que es pasar a solas un buen espacio de tiempo.
Caminará un total de 306 Km al elegir como comienzo del periplo la maravillosa ciudad de León, y con un media de 30 Km diarios, prevee alcanzar su objetivo, la ciudad de Santiago al término de diez días.
Gracias a las maravillas de las tecnologías mantenemos un contacto casi diario en el que me cuenta las maravillas de la jornada, anécdotas, comentarios e incluso compartiendo conmigo instantáneas de maravillosos amaneceres cuando el peregrino se pone en camino, adelantando en su madrugar al mismo astro.
En la distancia, y de una forma muy humilde, me parece compartir su aventura, y disfruto con él de cada jornada, de los amigos del camino, la camaradería del albergue, y  estando tan lejos me siento más cerca de él que cuando compartimos espacio urbano.
¡Como me gustaría caminar a su lado, comentando los paisajes y colores, compartiendo risas y aventuras¡.
Ultreia, suseia, Santiago  y Buen Camino amado peregrino




lunes, 29 de julio de 2013

EL PUEBLO HEROICO

Por fin se reconocen los méritos de los héroes anónimos, con emoción he leído la noticia de que el Ayuntamiento de Santiago de Compostela ha concedido la Medalla de oro de la ciudad a los vecinos de Angrois por su actitud ejemplar al ayudar a las víctimas del terrible accidente de tren del pasado 24 de julio.
Es estremecedora la imagen publicada por el periódico El Mundo

Los vecinos de Angrois ayudaron en las labores de rescate y auxilio de las víctimas del tren siniestrado.

Estos héroes se lanzaron a sacar con sus manos desnudas a cuantas personas pudieron del amasijo de hierros en las que permanecían atrapadas, a llevarles, mantas, sábanas, toallas y agua, y lo más importante su consuelo a los que todavía no sabían lo que había sucedido.
Uno de estos héroes contaba con voz entrecortada como estuvo hasta el final sosteniendo la mano de la persona que tras sacarla del tren falleció por las graves heridas sufridas, ofreciendo lo más importante compañía  al menos queda el consuelo de que no murió sola, sino con una mano amiga en las suyas.
Reconozco y admiro su valor y su entera, porque puesta en una situación similar no sé si tendría su fortaleza, su caridad y su civismo.
No sólo la ciudad de Santiago, todos deberíamos hacer un homenaje a estos Héroes de Angrois, el pueblo heróico.



LLUEVE EN SANTIAGO

Santiago de Compostela el pasado 25 de Julio día de su santo patrón, lloraba lágrimas de sangre, cuando un tonto accidente de tren se llevó por delante la vida de 79 personas y dejaba malheridas a un centenar.
Santiago llora y toda España está de luto, por un error humano, técnico, político, causas haberes, pero ninguna justifica el dolor.
Es tanto el impacto de la noticia que seguro podemos hacer memoria de lo que hacíamos el aquél momento, en que se paraba el reloj de tantas personas.
De todo lo escuchado a lo largo de los distinto informativos, hay una frase que ha quedado en mi memoria, la pronunciada por uno de los miembros de los servicios de emergencia al llegar al lugar de la tragedia, reconocía que lo que más le impresionó fue el sonido de los móviles sonando sin saber que sus dueños nunca podrían responder a esa llamada.
A mi como a tantas personas por mucho que vea las imágenes, repetidas hasta la saciedad por las distintas cadenas, me sigue emocionando el rostro desencajado de los familiares que llegan con el susto en el cuerpo y rezando por que su ser querido esté en la lista correcta: la de heridos, y la desesperación si figura en la lista maldita: los fallecidos.
Como madre tengo la esperanza de no sobrevivir a mis hijos, creo que debe ser el dolor más terrible, y en las caras de aquellas que aguantaban la espera veía el mismo rostro de La Piedad cuando contempla transida de dolor la muerte del que tanto ha amado.
La vida sigue y continua y el dolor se atenúa, por fortuna, el tiempo sigue siendo el mejor médico y consejero, pero tragedias así nunca deben olvidarse para evitar que con el tiempo se vuelva a repetir la escena.
Si bien el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra,, tengo la esperanza que tenga la capacidad de memoria para evitarlo
Santiago de Compostela llora y todos los españoles con él.

En estos días un canción de Mago de Oz nos devuelve la esperanza de un reencuentro ya que la muerte no es el final: