domingo, 4 de mayo de 2014

DE MADRID AL CIELO ......FRESNEDILLAS DE LA OLIVA

Cuenta el refrán popular de Madrid al cielo y desde luego que el dicho se hizo realidad en un lugar de la Sierra Oeste madrileña... en Fresnedillas de la Oliva donde Madrid miró al cielo.
En los años 60 en pleno auge de la carrera espacial y tras el salto que supuso que la URSS pusiera a un hombre en la órbita lunar el ruso Yuri Gagarin, los Estados Unidos con su presidente el artúrico Kennedy a la cabeza no estaban dispuestos a dejarse pisar la Luna por lo que empezó una frenética carrera contrarreloj, para ello se creó una red de estaciones de seguimiento por todo el planeta capaces de dar soporte técnico a los futuros astronautas de las distintas misiones Apolo  para ello  también se crearon 3 antenas idénticas (26 m de diámetro y unas 300 toneladas) que iban a ser las encargadas de mantener las comunicaciones con los astronautas de las misiones  que se realizasen. Éstas estaban situadas a distancias y longitudes exactas para que en todo momento se mantuviera comunicación con las tripulaciones de los cohetes, estaban situadas: una en  Goldstone (California), otra en Honeysuckle Creek (Australia) y la tercera y última y aquí viene lo de mirar al cielo  en Fresnedillas de la Oliva (España).
El motivo es que siempre y en todo momento los astronautas tuvieran comunicación con tal tierra, dada la rotación terrestre siempre tendrían un interlocutor en una de ellas.
Desde mi sentido patriótico me siento orgullosa de saber que en esta estación fue la que el 20 de julio de 1969, mantenía el contacto con la tripulación del Apolo 11,  y desde aquí se le informó al Comandante Neil Armstrong y  al piloto del módulo lunar Buzz Aldrin, que les quedaban menos de 30 segundos para alunizar. y que escucharan y transmitieran a todo el mundo la frase mítica ·Houston, aquí base de la Tranquilidad el Águila ha alunizado"
Todo un acontecimiento ya que nunca más de dará la ocasión de pisar por primera vez nuestro satélite.
Misiones Apolo hubo 17, de ellas la primera acabó en tragedia al incendiarse el módulo de comando antes de iniciarse el vuelo como consecuencia de un cortocircuito en uno de los paneles de control de la nave, a consecuencia de ellos los Apolos del II al VI no fueron tripulados para hacer distintas pruebas para garantizar la seguridad de las tripulaciones y se creó el Premio Snoopy  o Silver Snoopy award es un honor especial otorgado por la NASA a sus empleados y contratistas por logros vinculados a la mejora de la seguridad o al éxito en una misión. El premio está simbolizado por el conocido perro Snoopy, vestido de astronauta.
Por cierto y como digresión al tema, las tripulaciones de los distintos Apolos dibujaban el emblema de la misión y el famoso perro Snoopy era su ángel de la guardia, ya que garantizaba que se había comprobado la seguridad de los equipos,
Las misiones Apolo de VII al X fueron orbitales y llegó nuestro momento, el primer paso del hombre fuera de su planeta de origen, con el Apolo XI y su paseo lunar llegó el momento de soñar con conquistar las estrellas.
Fresnedillas de la Oliva nunca olvidará que fué la mirada de la Tierra a la Luna eclipsada a hora por la Estación del Espacio Profundo de Robledo de Chavela que sigue en activo proporcionado información sobre nuestro gran desconocido el espacio que nos rodea.
Como anécdota esta estación sirvió para el rodaje de una película inolvidable "El Astronauta" protagonizada por Tony Leblanc (1970) y dirigida por Javier Aguirre que nos nuestra una peculiar e hispánica llegada del hombre a la Luna, inolvidable película de mi infancia.

Todos los madrileños que miren al cielo  deberían pasarse por esta serrana localidad y visitar el Museo Lunar donde podemos encontrar piezas únicas que pertenecieron a Neil Armstrong, trajes de astronautas, monos de trabajo, planes de vuelo originales, guantes, cascos, las máquinas que estaban en la estación a través de las cuales  se emitía y recibían las señales de los astronautas, maquetas y una infinidad de cosas más.
Por cierto y como última recomendación el ameno y divertido libro de Jose Manuel Grandela  Durán, uno de los trabajadores de la estación y que vivió de primera mano esta aventura increíble "Fresnedillas y los hombres de la luna", desde luego su lectura no deja 
indiferente
Y nada como un Vuelo a la Luna para disfrutarlo