Tenemos lechuzas trasnochadoras que llegan tarde y se retiran aún más tarde, alondras tempraneras que llegan cuando aún los camareros están dando los últimos toques e inauguran la fiesta y se marchan temprano, cruzándose en su retirada con las lechuzas.
También tenemos camaleones que pueden adoptar cualquier pelaje, respetable ejecutivo unas horas antes, sudoroso derviche en las siguientes.
El Pescador se sitúa en un altozano, en una plataforma donde distinguir con claridad los distintos peces del estanque y elegir cuidadosamente a quien lanzar la caña. Acechan como se mueven en el estanque inferior y una vez seleccionado el ejemplar a cobrar, comienzan lanzando el anzuelo con un mirada fija y una sonrisa insinuante, si la presa se ha tragado el anzuelo, proceden a recoger sedal acortando distancias hasta cobrar la pieza, un pescador avezado suele conseguirlo en pocos intentos aunque siempre hay algún ejemplar que escapa.
De cualquier forma noche tras noche se perpetúa el tiro ancestral de la caza siendo ELLOS los cazados,
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