Su padre y su hermano la utilizarán una y otra vez en sus enredos políticos sin importarles sus sentimientos. Casada en primeras nupcias con Giovanni Sforza ya que a los Borgia les interesaba una alianza con esta poderosa familia de MIlan, al poco tiempo el orden internacional cambia y este enlace se torna inconveniente por lo que se planea la muerte del milanés, César se lo contó a su hermana quien advirtió a su esposo y este huyo de Roma.
El matrimonio fue anulada por no consumado (nada difícil de obtener para quien regia los destinos de la Iglesia), el marido ante las amenazas nada veladas de su ex-familia política se declara impotente, prefiriendo pasar a la Historia como "flojo o poco viril" que muerto.
En este período de la vida de Lucrecia hay una incógnita, mientras se procedía a su separación se recluye en un convento pero estando en el claustro con diecisiete años da a luz a un niño al que se le conoce como el infante romano, y del que se ha atribuido su paternidad tanto a su padre el Papa como a su hermano César, comenzando los rumores que la persiguieron toda su vida sobre el incesto, la verdad es que además de su hermano tenía otra persona que la visitaba Perotto el mensajero de su padre y quien confesó la paternidad del niño, posiblemente sea esta la explicación más pausible.
El matrimonio tuvo un niño Rodrigo y Lucrecia durante un año logró mantenerse lejos de las intrigas matrimoniales de su familia ejerciendo de administradora de la Iglesia y del Vaticano, posiblemente un regalo para hacerse perdonar de su padre. A pesar de que su labor fue irreprochable fue duramente criticada, estando en el momento álgido de su peor fama, se piensa de nuevo en casarla.
Por tercera vez es de nuevo la novia y esta vez matrimonia con una poderosa casa la Familia D'Este, Duques de Ferrara, su enlace con Alfonso la convierte en la Duquesa de Ferrara a la muerte del patriarca, donde transcurren sus últimos catorce años de su corta existencia, y posiblemente los más felices.
Fue una magnífica duquesa amante de las artes y gran mecenas reunió a su alrededor una corte culta, una abnegada madre de 6 hijos, que conoció la desgarradora tristeza de perder a un hijo Rodrigo, el hijo que tuvo con su gran amor Alfonso de Aragón, que fallece a los 12 años sin que su madre consiguiera tenerlo a su lado en la corte de Ferrara.
Precisamente es el parto de su última hija Isabel la que le cuesta la vida aquejada de fiebre puerperal, muy común en la época, a los 39 años.
Lejos de esta imagen negra, Lucrecia, sólo fue una mujer maltratada por el tiempo en que le tocó vivir y la familia en la que nació.
Utilizada sin escrúpulos en el Gran Juego de Alianzas Políticas y en el que no contó más que un simple peón para urdir alianzas y contralianzas.
Fue una mujer hermosa, según la leyenda, y las pocas imágenes que se conocen, inteligente y refinada que hizo de la corte de Ferrara en el corto tiempo que rigió como su Señora una Centro de Arte y Saber.
Murió joven pero al final amada y respetada por el pueblo de Ferrara.
DE su figura se han tejido relatos y leyendas e incluso la música la recuerda en el bel canto en la obra de Donizzetti "Lucrecia Borgia" del que dejo una de sus arias
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