Podemos imaginar en ambos casos multitud de situaciones, dos amantes sorprendidos después del acto amoroso, los preliminares de la pasión, el momento en que el amado seduce a su enamorada, pueden ser dos amantes libres con tan solo un instante por compartir, "Dos extraños en la noche" como cantaba el inolvidable Frank Sinatra, o pensemos en una relación clandestina y culpable en la que sin poder resistir se vieron envueltos, como deben ocultar su amor a los demás como disfrutar cada instante y atesorarlo porque no saben cuando puede ser el siguiente.
Cada hipótesis que hagamos es válida porque aunque el autor haya querido reflejar una situación mitológica: el beso de Apolo a Dafne antes de que esta se convierta en laurel, nuestra imaginación decide con cual nos quedamos yo prefiero dos amantes que se reúnen tras una cruel separación.
En cuanto al segundo caso la fotografía yendo más allá de la realidad un instante mágico de celebración dos desconocidos que demuestran su alegría de esa forma espontánea, también puede ser el comienzo de una gran historia: el marinero y la enfermera.. novela de amor, aquí también nuestra imaginación "la loca de la casa" para nuestra doctora de la Iglesia Santa Teresa de Avila decide la historia a seguir.
De un acto puramente animal, el beso según hipótesis de antropólogos surgió de la forma en que las mujeres antes del advenimiento de la era moderna con sus biberones, potitos, y batidoras, alimentaban a sus crías, después del destete, masticando la comida y dándosela triturada en la boca, al igual que siguen haciendo las aves, lo hemos sublimado y convertido en un acto de amistad (besos en ambas mejillas según culturas) de respeto (en la mano) o de puro amor (en los labios) y además hacer distingos según culturas, los latinos somos muchos más besucones que los anglosajones y para un nipón casi es impensable, los maories frotaban su nariz y no besaban,
Tantos matices para un acto simple para todos... Un beso
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