lunes, 4 de noviembre de 2013

LAS PRIMAS DONNAS

Si nos atenemos a su significado literal, es el término que hace referencia a la primera cantante de una ópera y cuyo registro vocal normalmente es de soprano.
Pero cuando lo utilizamos en sentido coloquial, la cosa cambia, fueron tantas y tan ridículas las rivalidades entre cantantes en el siglo XIX (María Malibrán versus Henriette Sontag) y más recientemente en el pasado siglo XX (María Callas versus Renata Tebaldi), que el término ha pasado ha significar persona caprichosa, temperamental, exigente y soberbia.
Hasta tal punto ha tomado un significado peyorativo que en su ámbito natural, la ópera, ha dejado de utilizarse los vocablos Prima Donna y Diva.
Maria Callas (La Traviata) 2.JPGPues bien, poniendo las cosas en su justo contexto, ¿quien no ha sufrido una Diva en su vida?, independientemente del género pues se da tanto entre hombres como entre mujeres, aunque estas últimas carguen más veces con el sambenito.
Yo acabo de sufrirla en mis carnes y no en el contexto musical sino en otra de las bellas artes
La Pintura, y lo digo con mayúsculas puesto que las personas dotadas para tan excelso arte tienen toda mi admiración, la de una persona que aunque guste de la belleza es incapaz de recrearla.
Cabría pensar que una persona que está dedicada a tan bella ocupación y, desde el noble quehacer de la docencia, disfrutaría con su trabajo dedicándose a impartir la sabiduría del color y la linea, de la composición y el acabado, dando la técnica pero respetando el genio y sobre todo si esa enseñanza se dedica a los más pequeños.
Pero,,¡Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho¡ que exclamó el más conocido de los manchegos, lejos de la humildad del sabio topé con una auténtica Prima Donna que no quiere infantes inquietos, curiosos, o protestones, sino humildes borreguitos que pasten en su prado sin rechistar, desde luego no conoce la naturaleza del niño más bien acostumbra a tratar con piedras, salvo honrosas excepciones y que deberían levantarles un monumento los niños no suelen ser los angelitos que pintan los pinceles sino que tienen momentos que elevan a Herodes al santoral pero hay está la grandeza del docente en aprovechar su energía en forma positiva.
Quizás el problema sea su frustración tener que acabar enseñando quien soñó con colgar su obra en los muros de una Galería, en el fondo más que indignarme debería compadecerme  de quien sonó ser soberbia águila y devino en humilde, gris y mediocre gorrión

En honor de tan mediocre artista que debería figurar en el cuadro del desmérito de la enseñanza, la melodía que la retrata (mejor que sus propios lienzos).


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