domingo, 19 de enero de 2014

EL REVERSO OSCURO

Tranquilos que no se trata de un remake de la Guerra de las Galaxias, con "Luke soy tu padre" y el lado oscuro de la fuerza, sino mas bien de dos personajes maniqueos salidos de la pluma genial de Victor Hugo:
 Valjean el delincuente de alma pura, un ser que delinquió y por ello conoció el desprecio y la miseria, la humillación y el abandono y que gracias a la acción de un alma generosa que cree en su interior se redime dedicándose desde ese momento al Bien. y Javert, el policía, un dechado de virtudes sociales con un alma negra incapaz de ver la bondad y la verdad en los demás encorsetado en los valores morales de una sociedad hipócrita que castiga el vicio mientras se aprovecha de los pecadores.
Son los estereotipos de una sociedad convulsa sumida en la revolución de junio de 1832 que sacudió Francia y que contagió a toda Europa, una sociedad conservadora opuesta a los cambios y con profundas desigualdades sociales, en este contexto se fraguan Los Miserables una defensa de los oprimidos, sea cual sea el lugar en el tiempo que ocupen.
Desde que existe la Sociedad como colectividad se han intentado con mejor o menor exito distintas teorías políticas en defensa del Pueblo o por lo menos en apariencia de ello desde
(todo para el pueblo pero sin el pueblo como hablaría el Despotismo Ilustrado), sin que hasta ahora se halla evitado que no surjan "miserables" en el sentido de grupo oprimido o explotado por otros, en nuestra misma sociedad avanzada del siglo XXI, existen lugares en el mundo donde esta realidad es cierta y constante.
La hipocresía moral que tanto me enerva también se ha tratado mucho y por grandes autores, no hay más que recordar "La Regenta" de Leopoldo Alas Clarin. 
En la gran obra de los Miserables Victor Hugo un ser humilde del pueblo Jean Valjean un convicto, el paria por excelencia, se redime y llega a ser un hombre de éxito, ensalzado por la sociedad de la época que le repudió en sus días de recluso, y es perseguido por la justicia social encarnada en la figura de Javert que habiendo nacido en presidio de una madre reclusa encarna los valores morales de una sociedad preocupada más por las formas que por el fondo de los individuos, no contempla la rehabilitación sin un hombre ha delinquido sea cual sea el motivo que le ha impulsado a ello, aunque sea el más básico como el de aliviar el sufrimiento de un ser querido (Valjean es encarcelado a los diecinueve años por robar un mendrugo de pan para dar de comer a su sobrino) sea un delincuente siempre.
Hasta tal punto que cuando tras perdonarle la vida el enemigo a cuya persecución ha dedicado su vida y razón de ser, por no poder soportar el sentimiento que le produce ese perdón se suicida.
Las victimas no cuentan y los pecadores tienen la culpa de ello si una mujer tiene que vender su cuerpo, Fantine, para dar de comer a su hija, es pecadora y culpable por tanto no tiene derecho al perdón ni a la ayuda.
Es triste comprobar como esta secuencia que tanto nos emociona cuando la vemos en imágenes o convertida en música nos deja indiferente en el día a día.
Sigue existiendo "reversos oscuros" y personajes que triunfan social y laboralmente dejando ristra de cadáveres en el camino pero aplaudidos por su audacia y bienhacer, seguimos siendo miserables

Dudo que a estas alturas nadie desconozca esta obra bien por haber leido esta gran novela o por haber disfrutado de la distintas versiones que ha hecho el cine, pero si es así la recomiendo encarecidamente.
Al pie de estas líneas dejo dos canciones que me emocionan el soliloquio del convicto cuando decide seguir el camino del Bien y el sueño de una vida mejor que todos tenemos



Quizas haya que recordar a todos los políticos corruptos que se olvidan de lo prometido en cuanto "pillan sillón" lo que sucede cuando el pueblo se decide a cantar







No hay comentarios:

Publicar un comentario