domingo, 4 de noviembre de 2012

AMOR DE MADRE

Si el amor es grande el de una madre puede ser infinito, tanto que es capaz de buscar subterfugios para introducirse donde está vedado.
Entre los nobles durante los siglos pasados y sobre todo en la zona de Aragón donde predominaba como transmisión patrimonial el Mayorazgo,el primogénito varón heredaba el patrimonio familiar mientras destinaban el segundón a Dios, entregándole a un Monasterio para servicio de la Iglesia y mayor gloria de Dios, claro, que al interesado no le preguntaban, sino que ordenaban y era costumbre que ingresaran en un convento en la pubertad.
Esta historia viene a colación de una capilla que existe en el Monasterio de Piedra, este bello Monasterio Cisterciense data de los tiempos de la Reconquista, en 1194 Alfonso II de Aragón cedió una primitiva fortaleza musulmana y las tierras que la circundaban a los monjes de la Orden del Cister y allí se trasladaron desde Poblet doce monjes y un abad que junto con la ayuda de conversos llegados, a la orden del rey, desde los reinos vecinos de Cataluña, Valencia y el mismo Aragón, en tan sólo 23 años levantaron el Monumento.
Vivieron en él de forman ininterrumpida 700 años desde su fundación hasta 1835 que con la Desamortización del ministro Mendizabal, fueron obligados a abandonar su monasterio que quedó abandonado cinco años, comprado posteriormente por una familia catalana que desde entonces gestiona este rico patrimonio.
En estos siete siglos el lugar ha conocido el florecimiento de distintos estilos arquitectónicos Mudéjar  Románico, Gótico y Barroco.
Precisamente la historia que me cautivó se enclava en este último estilo arquitectónico, dado que el segundo varón de una familia noble era entregado a la Iglesia, ingresaban en la orden a la tierna edad de once u doce años, es de imaginar el dolor de la madre a la que se le pedía una sacrificio así ya que una vez dentro de la Orden se reducía a verlo a una visita anual de tan sólo media hora, es de imaginar asimismo el dolor del adolescente al que de pronto le privaban de libertad, de familia y del amor de su madre.
En el Monasterio hay una capilla barroca construida en el siglo XVIII por la donación de una noble de la zona, en la misma podemos observar la imagen de una Virgen con un ropaje un poco inusual ya que es moderno, ajustado al cuerpo y con escote, algo un poco inapropiado como imagen religiosa, pero lo mejor es que es la imagen de la misma noble que mandó construir la capilla, haciendo asimismo una generosa donación al Monasterio para que lo permitieran, sigue siendo como poco inusual en un lugar reservado a los religiosos, ese fue el astuto subterfugio que el amor dictó a esta madre, de esta forma se las ingenió para que fuera su imagen la que su hijo contemplara cuando necesitara consuelo, y que mejor imagen para una madre que encarnarse de forma figurada en la Virgen María, madre según la Iglesia no solo de Cristo sino de la Humanidad,
Su hijo tendría unidas en una la madre carnal y maternal a la que tanto añoraría y la divina, por lo menos esta madre tendría el consuelo de seguir velando por su hijo y su hijo el consuelo de contemplar el rostro de su madre.
¿No es increíble el amor materno?




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