martes, 9 de octubre de 2012

ABUSO DE JUSTICIA

Ya se sabe que la Justicia es ciega, por lo menos así la representan, pero que además le falte un hervor de raciocinio no debería pasar ni en este siglo ni en estos lares.
Estaba tranquilamente digiriendo las noticias, cuando una de ellas se me ha atragantado y dejo el titular textual: La Audiencia no ve acoso en que un jefe toque el culo y bese a sus empleadas sin consentimiento". Esta bien no es acoso, pero lo más fuerte es que ajustado a derecho debería ser condenado por un delito mayor de abuso, pero aún peor es que la sala considera que el hombre proponía "una relación sentimental" con estas acciones, está claro que todo aquél que abuse, viole o coaccione a una mujer lo hace desde el amor más sublime.
¡Pues si esto es así, señores magistrados, que por la calle me den odio a raudales¡ no vayamos ahora a confundir churras con merinas y cualquiera puede hacernos "una proposición sentimental"
Texto de la edición 20 minutos digital:

La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a un farmacéutico de Alcalá de Henares al considerar que tocar las nalgasbesar y acariciar las piernas de sus empleadas sin el consentimiento de estas no supone un delito de acoso sexual.

Y ahora los lumbreras que merecen un cuadro de honor:

La sentencia, que data del pasado mes de julio, fue aprobada por unanimidad por los tres magistrados de la Sección Sexta: Francisco Jesús Serrano, José Manuel Fernández-Prieto y Julián Abad.


A lo mejor o a lo peor soy malpensada pero... que curioso que sus señorías pertenezcan al género masculino, creo que una magistrada hubiera entendido mejor a las víctimas, da que pensar en sus pobres secretarias, pasantes y oficiales de justicia, entenderán también que una palmada en el culo es una aprobación por un texto bien redactado, que un beso a la fuerza es la expresión de un premio por haber terminado un expediente, siendo así que mi jeje no me aplauda, pienso pasar desapercibida no se le ocurra premiarme por una buena labor


Sigo con la noticia delirante porque no tiene desperdicio

En cuanto comenzaron a trabajar, el farmacéutico las presionó "de manera velada pero constante", según considera probado la sentencia. Además de enviarles cartas o mensajes telefónicos de contenido "amoroso y erótico", les tocaba las nalgas, les acariciaba las piernas o se rozaba con ellas. En una ocasión, propuso a una de ellas "ir a hacer la siesta" en un hotel.
Ante sus negativas, les retiraba el pago de los incentivos que recibían en dinero no computado oficialmente en sus nóminas.

Visto lo visto y visto para sentencia, yo propongo que a sus Señorias les premien de igual manera cuando resuelvan un caso magistral que un magistrado del Supremo, pongo por caso, les azote delicadamente el culo o bien les abraze calurosamente incluyendo ósculos a modo de premio, seguro que tampoco lo consideraran acoso ¿no Señorias?



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