domingo, 10 de junio de 2012

MELUSINA O LA INCONSTANCIA MASCULINA

Melusina, para quien no la conozca es un personaje del imaginario medieval, protagonista de muchos cuentos de hadas sería asimilable a las ondinas germanas, náyades griegas o las xanas de la Asturias patria, son las deidades del agua protectoras de manantiales sagrados o lagos encantados.
Melusina mujer de belleza sin igual, como todas las de su especie era serpiente de cintura para abajo y como tal se convertía los sábados por la noche, un día que se encontraba en la orilla de su manantial peinando sus largos rizos de oro, un cazador extraviado la sorprendió y hechizado por su belleza sobrenatural la pidió en matrimonio. Melusia accedió pero le puso una única condición nunca podría verla los sábados mientras se bañaba a la luz de la luna,  el enamorado accedió y el hada vivió junto a él como su esposa humana y le dio diez hijos pero como la condición humana es inconstante le atormentaba el deseo de ver a su mujer en el día prohibido y la voluntad se le debilitó a tal punto que un mal día la espió y pudo ver a su mujer transformada en sirena. Melusina al sentirse observada dió un grito terrible y abandonó a su esposo llevándose a las hijas nacidas de su unión que compartían su condición sobrenatural y dejando a su esposo a los varones puesto que humanos eran.
Melusina castigó al perjuro de su esposo no permitiendo verla nunca más. La leyenda cuenta que se aparecía desconsolada cuando alguno de sus descendientes iba a morir.
Tanto que se habla de volubilidad femenina "La donna é mobile" se llega a cantar, porque no se trata de la inconstancia masculina y no sólo en una leyenda cuantos próceres han avanzado en la carrera de la vida acompañados por sus sufridas esposas y cuando alcanza el éxito las cambian por un "modelo mucho más nuevo y mejor equipado" como si fueran automóviles.
El refrán no debería ser "la inconstancia tiene nombre de mujer" sino de varón.



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