domingo, 4 de marzo de 2012

EL SENTIMIENTO DE PÉRDIDA

Hoy estaba escuchando mi aria favorita "Un bel di vedremo" de la opera Madama Butterfly de Puccini, y disfrutando tanto de la agridulce sensación de tristeza que me produce la voz de María Callas, en el papel de la joven Cio-Cio-San apodada Madama Butterfly, que he querido compartirla con el mundo digital.
Es la esperanza hecha música en la voz de una mujer enamorada, para quien no conozca la historia Puccini puso música a la novela del mismo nombre de John Luther (1898) y que se basa en acontecimientos,que realmente ocurrieron, en la ciudad japonesa de Nagasaki a principios de 1890 (cortesía de la Wikipedia) aunque yo he leído un libro basado en este mismo relato que se llama "El bárbaro y la geisha"de Robert Payne
La historia que nos narra Puccini es la fidelidad en el amor de una mujer y la cobardía de un hombre.el américano Pinkerton oficial de la Armada américa contrae matrimonio Goro con la japonesa Cio-Cio-San que, por amor a su bárbaro, se convierte al cristianismo con la confianza de contraer matrimonio para siempre, mientras que para el occidental es un matrimonio sin valor alguno.
El marino regresa a Estados Unidos al poco tiempo de la boda y rápidamente la olvida, mientras tanto ella ha dado a luz al hijo de su amor y espera con ansía su regreso, en la ópera es el momento del aria que he comentado al principio de la entrada, la esperanza en la vuelta de su amado a sus brazos "él un día volverá".
El cónsul americano visita a Madame Butterfly trae una carta de Pinkerton en la que avisa de su llegada, pero lo hace acompañado de su esposa americana, al enterarse que ha tenido un hijo decide llevárselo con su nueva esposa a Estados Unidos, sin embargo su cobardía le impide decírselo en persona a Butterfly y delega la petición en el consul americano y en la criada de la joven, Madame Butterfly rota de dolor accede a entregarle su hijo pero con la condición de que sea él quien lo recoja, se despide de su hijo, le venda los ojos y se suicida con el cuchillo de su padre, se tambalea, besa a su hijo y muere, Pinkerton entra en la casa pero es demasiado tarde.
Nada como la música de esta ópera para reflejar el sentimiento de amor y entrega no correspondido entre una mujer que ama demasiado, hasta olvidar su cultura, religión y costumbres, y un hombre que no lo hace en absoluto.
Y ninguna voz que como La Callas haya reflejado el dolor de manera tan soberbia, Por tanto para todas las Mujeres Butterfly que triunfen sobre los Pinkerton de este mundo

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