lunes, 19 de marzo de 2012

TAXIS GIRLS

Se movían rítmicamente en la penumbra de la pista de baile, él pendiente de la técnica de sus pasos, ella acompasándose a su ritmo pero como una muñeca sin alma, la mirada ausente, el rostro sin expresión me recordó imágenes olvidadas de taxi-girls, aquellas muchachas que durante la Segunda Guerra Mundial y la Posguerra trabajaban en los locales de entretenimiento bailando a cambio de ticket que sus parejas les entregaban y luego ellas canjeaban al encargado del local a cambio de su comisión, lógicamente a mayor atractivo de la joven mayor cantidad de tickets conseguidos, no se esperaba que la relación fuera más allá del baile y no había necesidad de ser agradable una vez que la música cesaba.
Posteriormente este vocablos ha pasado a definir a la prostituta que presta sus servicios en un taxi o que conduce un taxi para ejercerlo

Dinero de Flor son los honorarios de una geisha se calculaban según lo que tardaba en consumirse una vara de incienso, desde luego es más poético y menos prosaico que el ticket..

Pero muchas veces lo que viene a mi memoria cuando a veo a personas que al bailar más que divirtiéndose parece que les tortura es la película "Danzad, danzad malditos" una película de 1969 ambientada en la época de la Gran Depresión en la que mucha gente perdió todo lo que tenía y gran parte de la sociedad estaba hundida en la miseria, en medio de este tétrico ambiente, personas de toda edad y condición se apuntan a un maratón de baile con la esperanza de ganar el premio de 1,500 dólares, una auténtica fortuna para la época, y encontrar un sitio donde dormir y comer mientras dura el concurso que lleva a sus participantes al agotamiento tanto físico como psíquico pero lo más terrible es que su sufrimiento es la diversión morbosa de la multitud que durante días presencia su sufrimiento, no hemos cambiado nada desde los gladiadores a nuestros días.
 

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