jueves, 15 de marzo de 2012

LA LLAMA MAS BRILLANTE

Hay una escena en Chitra de Rabindranth Tagore que brillantemente explica el último aletear de una belleza madura 
Chitra: ¡Oh dioses, me concedan esta oración! Esta noche, en su última hora que mi belleza parpadee más brillante, al igual que el final de una llama moribunda. 

Chitra una princesa guerrera que desconocía las artes de seducción femeninas, decide pasar de patito feo a cisne por el amor de Arjuna un hermoso guerrero, para ello pide ayuda a los dioses que le otorgan la belleza de la primavera, pero como todo tiene un fin su hermosura solo durará un año al cabo del cual, su lozanía retornará a la Naturaleza, la princesa accede pero cuando el plazo está a punto de expirar suplica que la última noche de hechizo su belleza sea más radiante que nunca como el aleteo de una llama moribunda.
Quien no ha tenido la oportunidad de leer a este maravilloso poeta hindú (Premio Nobel de Literatura de 1913) no debería perder la ocasión de disfrutar de la melodía de sus palabras.
Esta imagen de la belleza madura lo veo constantemente, toda mujer en sus años maduros suplicaría a los dioses "que en esta última etapa mi belleza sea más brillante para guardar su esplendor en mi memoria, como queda en nuestros ojos el último aleteo de la llama que se apaga" y debería serle concedido disfrutar así en su bella madurez.
También las ciudades, si tienen suerte, viven esa elegante decadencia, donde con más fuerza he sentido esa vivencia fue en Oporto, ciudad que tiene el encanto de quien fue muy bella y aunque ha perdido su lozanía retiene con dignidad los restos de su hermosura.
Al igual que Chitra yo quiero ser como el fuego y ser el instante lumínico de una llama.
Por cierto afortunadamente tengo casi toda la bibliografía de este maravilloso autor gracias a mi abuelo que trabajaba en la editorial Losada que los publicó hace ... bueno digamos muchos años, cuando estaba en EGB en el colegio propusieron hacer una obra de teatro y yo sugerí una de mis favoritas "El Cartero del Rey" obra de teatro maravillosa donde las haya, llevé al profesor el texto y les pareció adecuada pero cual fue mi sorpresa que no tenía ni un pequeño papel en la obra ni siquiera como apuntador, todavía no se por qué, no me dieron ninguna explicación así que a pesar de mi corta edad, aguanté como puede las ganas de llorar, por el disgusto y la humillación, cogí mi ejemplar del "Cartero del Rey" y me marché, el profesor se enfadó mucho porque pretendía que le dejara mi libro, pero le dije que ni hablar y mis padres me apoyaron que el colegio se comprara uno, por supuesto que fue una reacción infantil, pero nunca me he arrepentido de ello.
 


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