lunes, 9 de abril de 2012

DOCTORAS TIENE LA IGLESIA

Hay una expresión popular que utilizamos en castellano "Doctores tiene la Iglesia" cuando queremos expresar que dejamos a consideración de otros más expertos las cuestiones que no sabemos explicar.
El origen de esta expresión está en el catecismo del padre Astete (1537-1601)y su versión original es más extensa: "Doctores tienen la Santa Madre Iglesia que os sabrán responder".
Pero esta entrada no versa sobre la doctrina católica sino sobre el género en el que se expresa Doctores que no Doctoras ya que la Iglesia en su machismo impenitente a pesar de ser tantas las religiosas que ha impuesto su impronta de una u otra manera solo reconoce a tres:
- Santa Teresa de Avila (1515-1582)
- Santa Catalina de Siena (1347-1380)
- Santa Teresa de Lisieux o del Niño Jesus (1873-1897).


Tan solo tres frente a treinta y cuatro varones reconocidos Doctores por la Iglesia, el papel de la mujer en esta institución siempre ha sido sometido a la autoridad docta del varón aun cuando en muchas ocasiones sea la fémina la que tenga la sapientia.
Puede que esta escueta lista se nutra con un miembro más ya que el papa Benedicto XVI ha anunciado su intención de nombrar a Santa Hildegarda de Bingen Doctora de la Iglesia en 2012.
Desde luego méritos no le faltan a esta mística del siglo XII, hoy desconocida para el gran público, y recibida por reyes en su tiempo.
Fue una mujer excepcional en su época y fuera de ella, la podemos considerar la primera feminista de la historia ya que la libertad de la mujer siempre fue una de sus mayores preocupaciones, ella misma nunca fue libre, consagrada a la iglesia por sus padres, por ser la menor de diez, fue considerada diezmo para Dios  (costumbre medieval)  y encerrada en un convento desde su infancia.
Se la llamó la Sibila del Rin o Profetisa Teutónica por sus visiones y profecías que empezó a tener desde muy niña, vivía estos episodios conscientemente sin caer en trance. A partir de los 42 años y durante una de estas visiones recibió la orden de escribirlas lo que haría desde entonces, temiendo por su ortodoxia lo puso en conocimiento de Bernardo de Claraval, fundador del Cister, y uno de los hombres con mayor reputación espiritual de su tiempo quien le animo a seguir escribiendo y además intervino en su favor ante el Papa Eugenio III.
Además de escribir fundó un nuevo convento, idea que le sobrevino en una de sus visiones, y se convirtió en abadesa. Durante estos años siguió escribiendo interrumpiendo esta labor con sus viajes y predicaciones fundando un nuevo convento,
Además de visionaria y escritora (tres obras de carácter teológico), compuso música ( setenta y ocho composiciones) también tuvo tiempo para la medicina escribiendo libros sobre el carácter curativo de plantas y animales y sobre el origen de las enfermedades y su tratamiento desde el punto de vista teórico
Como curiosidad y por si fuera poco el enciclopédico saber de esta extraordinaria mujer es su obra Lingua Ignota primer lengua artificial de la historia por la que fue nombrada patrona de los esperantistas (estos si que tienen fe si creen que a estas altura de supremacía del idioma inglés en todos los ámbitos van a imponer el esperanto).
Debería ser nombrada Santa Patrona de todas las mujeres que creen en su capacidad, que luchan frente a la discriminación sexual, ya sea negativa o incluso positiva porque esta última es perjudicial al sobreproteger a la mujer.
Fue una mujer que dentro de su época lucho contra ella, defendiendo su idea de la fe, criticando la corrupción de su tiempo y favoreciendo la conversión en este campo aunque condenó la herejía de los cátaros rogó porque fueran castigados pero no ajusticiados
En definitiva una mujer a conocer y espero que el nombramiento de Benedicto XVI sirva para darse a conocer al gran público 

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