EL MONARCA INCOMPRENDIDO

Luis II de Baviera ha pasado a la historia como un monarca excéntrico, en el mejor de los casos, loco para la gran mayoría pero en realidad lo que fue es un Rey Incomprendido, inadaptado, el hecho de ser homosexual en una época que no sólo era un estigma sino un delito, y condicionado por la presión para procrear cosa que desde luego estaba lejos de su ánimo.
Luis II no disfrutó de una infancia feliz, hecho muy común en todas las figuras reinantes, no hace mucho el mismo príncipe Carlos de Inglaterra, eterno pretendiente al trono inglés dada la excelente salud de su madre, se quejaba de la frialdad de su progenitora, en las familias de alta alcurnia y en las reinantes los niños eran cuidados y educados por una legión de niñeras, amas y preceptores pero a sus padres sólo les veían en el mejor de los casos una vez al dia. 
Luis no fue una excepción y se vio en un trono que no deseaba a la tierna edad de 18 años, encontrandose inmerso en la lucha en dos frentes, la presión porque contrajera matrimonio y procurara herederos al trono, cosa que dada su inclinación sexual, le resultaba practicamente imposible, y las relaciones con Prusia con la que se vio obligado a mantener alianzas que le repugnaban y que disminuían la independencia de Baviera.

El hecho de disgustarle las ceremonias cortesanas, carácter que compartía con su prima Isabel de Austria-Hungría más conocida como Sissi, le fue apartando cada vez más de la corte y de los actos oficiales refugiándose en dos grandes pasiones: La construcción de Castillos convirtiéndoles en paraísos artificiales que recreaban su mundo de imaginación uno de los más conocidos, por haberlo elegido Disney para su castillo de la Bella Durmiente en Disneyland y que hoy constituye uno de sus logotipos más conocidos,  es el de Neuschwanstein ("nueva piedra del cisne") una pura fantasía romántica de estilo neogótico que pretendía armonizar con las montañas y los lagos y que se une a su segunda gran pasión las leyendas y personajes medievales que se recrean en sus muros y que se reflejan en la música de su admirado Wagner, este músico que resultó para el rey más que una pasión una auténtica obsesión, fue su gran mecenas y con el que disfrutaba de ese gusto por las leyendas germánicas como Tristan e Isolda, Los Maestros Cantores de Nüremberg, y la tetralogía del Anillo del Nibelungo.
Siendo por tanto un hombre fuera de su época no es extraño que cayera en la depresión y en  la melancolía que unido a sus excentricidades, condujeran al dictamen médico de su incapacidad para reinar (aunque hay autores que sostienen que fue una estrategia familiar para arrebatarle el trono).
Su muerte a los 41 años también está rodeada de misterio al atardecer de una 13 de Junio de 1886 pidió a su médico psiquiatra pasear por los alrededores del lago de Stamberg donde esta confinado, los dos hombres nunca volvieron y fueron hallados ahogados dentro del lago, la muerte del rey no está exenta de sospechas ya que Luis era un gran nadador.
De la hermosa locura del rey excéntrico nacieron los famosos castillos de Linderhof, Neuschwanstein y Herrechiemsse que constituyen para Baviera un recurso turístico de primer orden