miércoles, 2 de mayo de 2012

FRIDA: LA PASION

En una de las entradas hablada de la pasión desde el prisma del dolor, y en este caso lo haré desde el personaje, porque creo que pocas personas como Frida Kahlo (1907-1954) han representado La Pasión, en su caso La Pasión Por Vivir.
Su vida siempre estuvo marcada por el sufrimiento físico comenzó por un poliomielitis que contrajo en 1913 que le dejó como secuela permanente la pierna derecha mucho más delgada que la izquierda.
En 1925 sufrió un grave accidente de tranvía cuyas lesiones le condicionarían toda la vida se fracturó la columna vertebral así como diversas costillas, cuello y pelvis, su pie derecho se dislocó, su hombro se descoyuntó y una barra le atravesó el vientre, para intentar aliviarla la Medicina de la época le intervino quirúrgicamente al menos en 32 ocasiones además de obligarla a llevar corsés de distintos tipos y diversos mecanismos de estiramiento.
Durante su larga convalecencia comenzó a pintar donde encontró una de sus pasiones que dominaría su vida.
Su otra gran pasión, en este caso amorosa fue el también pintor Diego Rivera con el que contrajo matrimonio en 1929, este matrimonio, estuvo lleno de sentimientos muchas veces encontrados: amor, vínculos creativos, relaciones con otras personas, y por último odio, se divorciaron en 1939.
La gran tragedia que la persiguió durante toda la vida es su incapacidad para tener hijos debido a sus lesiones y que tardó mucho en aceptar.
Su obra que tardó mucho en ser reconocida rebosa de sentimiento es expresiva y autobiográfica con color y temática populares.

Frida Kahlo hizo de su peculiar aspecto su seña de identidad y la forma en que se puso el mundo por montera frente a las dificultades que tuvo que atravesar dice mucho de su fuerte personalidad.
La mayor pasión de su vida fue vivir, vivir y amar la vida, pese a todo, enfermedades, accidentes, lesiones, desilusiones personales y artísticas. Es la historia de una superviviente pese a sí misma.








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