lunes, 7 de mayo de 2012

SUPLENTES DE MADRE

 Al igual que en el rey del deporte en este país, el fútbol, hay jugadores que se reservan en el banquillo, en la maternidad hemos tenido "madres suplentes", por necesidad o lujo se han pagado a personas que han ocupado el lugar de la madre.
La verdad es que surge en el principio de los tiempos las "amas de cría" o "ama de leche" es aquella mujer que amamanta un lactante que no es su hijo, surge en la prehistoria y se mantiene de forma común hasta el siglo XIX.
El recurso a una nodriza podía ser desde la pura necesidad, ausencia de leche de la madre, muerte de la parturienta muy común en tiempos pasados, partos múltiples, hasta el librarse de una tarea que se percibía como socialmente inadecuada y  que "hacía perder la figura" (ya con esta obsesión del cuerpo en 1800) y en las clases altas (nobleza,realeza ) donde era necesario aumentar el número de vástagos con el fin de preservar la herencia, el hecho de librarse de la lactancia propiciaba que los embarazos fueran más consecutivos, puesto que el sistema endocrino inhibe la concepción mientras se está amamantando.
Esto dio lugar incluso a una denominación de origen "las nodrizas pasiegas" que eran las mas preferidas de las familias reales dada su forma física, fortaleza y excelente reputación
Pero para ser  una ama de cría había que cumplir una serie de requisitos:


  • De diecinueve a veintiséis años de edad.
  • Complexión robusta y Buena conducta moral.
  • Estar criando el Segundo o tercer hijo; es decir que habrá tenido otro u otros dos partos.
  • Leche, lo más de noventa días.
  • No haber criado hijos ajenos.
  • Estar vacunada.
  • Ni ella ni su marido, ni familiares de ambos, habrán padecido enfermedades de la piel.
  • Será circunstancia preferente que la ocupación de su marido sea la del cultivo del campo

Lógicamente el principal requisito es disponer de leche en abundancia, para ellos estas nodrizas debían dejar sus propios hijos para cuidar los de otros, anteponiendo la necesidad a los sentimientos, imagino que dando a esos niños extraños el amor que desearían dar al que dejaron en el pueblo, en muchas ocasiones ya terminado el período de lactancia se quedaban en las casas como amas secas para ahorrar y proporcionar un bienestar a su familia, limitándose a ver a los suyos en muy pocas ocasiones al año.
También digamos se industrializó el hecho de amamantar ya que en los hospicios los niños abandonados eran recién nacidos o de corta edad por lo que hasta la aparición de los biberones la solución más práctica era la de la nodriza que o bien residía en el hospicio o trabajaban por horas existiendo partidas en los libros para estas amamantadoras, bien es cierto que cuando escaseaban se recurría a la leche de cabra para suplir temporalmente a la leche humana por cuanto no existían preparados lácteos.
La verdad es que dado el escaso salario que percibían por su importante labor no existían muchas demandantes de empleo, por lo que los administradores del hospicio debían recorrer los pueblos vecinos en busca de voluntarias, que o bien por caridad cristiana a esos pobres niños o bien a cambio de una remuneración daban alimentos a esas criaturas.
El porqué de esta entrada, además de una curiosidad propia y una rareza en los tiempos que vivimos que se hace de la lactancia materna virtud y bandera, viene de una maravilloso libro "Criadas y Señoras" de Kathryn Stockett  nos habla de las mujeres de raza negra que cuidaban y criaban a los niños blancos de sus "señoras" lo triste es el cariño que daban a unas criaturas que por educación impuesta y la sociedad en la que se desenvolvían pasarían a ser sus despreciativos empleadores (amos no porque la esclavitud no era legal) pero dado el salario escaso que percibían y la discriminación social que existía no se alejaba mucho de aquella. 



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