Y el viejo Censor fue tan concienzudo y cansino que consiguió lo que se propuso y Cartago fue destruida y sus campos sembrados de sal.Hoy en día esta expresión latina se utiliza para hablar de una idea fija que se persigue sin descanso hasta conseguir su realización.
Pues bien llevamos unos días con un "Delenda Cartago" a cuestas y es la celebración del 40 aniversario de la Princesa de Asturias a la que se nos vende como ejemplar único y milagroso de una generación, tal es su perfección que no es humana sino sobrehumana, del milagro de una catedral salió una plebeya transformada en princesa, ¡ya quisieran sus colegas de Disney¡
¡Soy princesa¡ se rumorea que espetó a las narices de un periodista que le preguntaba a que medio pertenecía, como si ¡milagro de los milagros¡ hubiera nacido hace 8 años de la más pura sangre azul.
Pues bien tenemos otro Cartago delenda que llevarnos a los labios, y es que igual y machaconamente repitamos los españoles por activa y pasiva, que queremos elegir nuestra forma de gobierno, que pregunten a los ciudadanos de que forma quieren que se configure nuestro Estado, ¡que menos en el siglo XXI¡
Yo no soy como Catón el Viejo, acataría sin dudarlo el resultado de las urnas, si la mayoría quiere creer en los cuentos de hadas, ¡que remedio a aceptarlo¡, pero si fuera lo contrario espero la misma paz en la aceptación del resultado.
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