viernes, 7 de septiembre de 2012

LOS NUEVOS CORSÉS

Últimamente me sorprendo observando en los escaparates y tiendas de lencería el nuevo instrumento de opresión femenina, antes conocido como corsé y hoy faja colombiana.
De nuevo el terrible dictado de la moda y de las imágenes de famosas luciendo cuerpos increíbles sobre todo a una determinada edad.
No hace tanto tiempo, aunque ya debemos decir en el siglo pasado, en la famosa década de los 60 del siglo XX, como muestra de protesta femenina ante la opresión que sufría la mujer se intentó la quema pública de sujetadores, sostenes, aunque el acto realizado en 1968 fuera meramente simbólico,  
Hasta principios del siglo XX el corsé era prenda obligada en el vestuario femenino, se trataba de una prenda realizada de algodón o lino con ballenas con unas cintas de las que se tiraban hasta conseguir la deseada figura en S y reduce la cintura en unos 10 15 centímetros, lo que me imagino que dificultaba la movilidad e incluso debía ser dificil respirar a pleno pulmón.
A los largo de la Historia el corsé ha disminuido de tamaño, ha sido largo o corto e incluso complicando más las cosas con la aplicación de un guardainfantes como en el siglo XVII, pero siempre ha estado ahí moldeando, sujetando, constriñendo a la mujer.
Cuando ya en el siglo XX nos liberamos de esa prenda de tortura, paulatinamente, porque todavía recuerdo las fajas de mi madre, y se vota por una imagen natural y desenfadada de la mujer, nos topamos que la imagen ideal es andrógina, apenas sin curvas ni carne en los huesos, son las modelos con cuerpos imposibles e insalubres las nuevas musas a imitar.
De nuevo se impone la cordura con la idea de una peso correcto de acuerdo a edad, estatura y constitución pero de repente, en el comienzo del siglo XXI, el péndulo de la Historia hace de nuevo un giro y aparecen las nuevas prendas milagros, fajas colombianas, snape, fajas reductoras la verdad que no tengo muy claro como llamarlas, pero de nuevo estas prendas nacen con la idea de sujetar, comprimir y levantar la anatomía femenina.
Esta moda es para nosotras o para los hombres, sería una pregunta a realizar en un hipotético congreso femenino , porque llevar un sujetador Push-up para juntar, elevar y aumentar una talla no creo que sea por comodidad, si además nos embutimos en una faja ya sea de cuerpo entero (body) pantalón a medio muslo o braga, la diferencia con el corsé de nuestras bisabuelas es que el tejido es más cómodo y no tenemos varillas metálicas.
Confieso que también caí en la tentación de probarme una "prenda milagro" pero o bien no soy muy creyente, o bien los milagros no existen, salí del probador "pies en polvorosa" y me quedo con mis carnes en mi sitio, que "apretás o no apretás" ¡Viva lo natural¡ 



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